17 jun 2012

Por el Respeto a Nuestra Carta Magna Constitucional


La Constitución de 1917, al resumir los combates librados en la historia de México, logró ser una síntesis ideológica de la nación mexicana, un cuerpo de doctrina receptivo susceptible de ampliarse y enriquecerse.

No fue la nuestra una constitución para regir lo que existía, se hizo para modificar y cambiar el cuadro social, económico y político nacional; fue un documento que enraizado en el presente, buscaba generar un futuro, varios futuros sucesivos, eslabonados entre sí en lo esencial, de tal manera que una meta alcanzada impulsara a obtener otra y esta exigiera llegar a nuevas metas.

En setenta días intensos, ardientes, poco mas de 200 hombres, con el verbo y las ideas, las pasiones y las razones, representaron a un pueblo y de sus afanes emanó un texto jurídico y un proyecto histórico – político para México.

Si tal situación ocurría en ese recinto Queretano, afuera, en el campo, en la ciudad, a lo largo y ancho del territorio nacional estaba un pueblo en tensión, que daba salida a energías acumuladas en muchos años, que deseaba saciar sus anhelos de redención, justicia y libertad.

Era un pueblo que en la dispersión se encontraba, que actuaba sincronizadamente sin previo acuerdo y a veces sin anticipada comunicación; era un pueblo que había hecho una revolución y que quería seguir revolucionando.

Nuestra ley fundamental, como Constitución viviente, parte de poseer principios estructurales, como establecer un régimen republicano, democrático, representativo. Vivir en un Estado de Derecho: situar al Estado no encima ni abajo, sino en el derecho; consignar la igualdad ante la ley: erigir una sociedad estrictamente civil, en que no se pueden dar ni actos religiosos del Estado ni actos estatales de la iglesia, que comprende como necesario dejar a la vida interior del individuo, lo que a ella concierne: la instauración de un cuadro completo de libertades espirituales y políticas del hombre, que van desde la libertad de conciencia y manifestación de las ideas hasta la libertad de trabajo, fundada en la libertad de vocación y la libertad de movimiento; la disposición de salvaguardas y protecciones a la dignidad e integridad de la persona, lo que hoy llamamos Derechos Humanos; una división de poderes para que el poder, que es quien puede, detenga al poder y evite su abuso.

Lic. y Maestro Don Jesús Reyes Heroles




Don Jesús Reyes Heroles fue un mexicano universal, fue un hombre de pensamiento y acción, investigador profundo de la historia nacional, de la cual fue un actor destacado de la época moderna.

Tuvo la cualidad de combinar sus preocupaciones teóricas con el ejercicio de la práctica política. Aunque fue un apasionado de la teoría política, nunca se perdió en el laberinto insondable de fantasías ideológicas.

Nunca dejó que el pragmatismo lo absorbiera hasta deformar su concepción vigorosa de la historia, las ideas y los valores que le han permitido a México tratar de convertirse en una nación democrática, independiente, libre, soberana y justa, como lo expresa nuestra carta magna constitucional.

Ha dicho Don Jesús con sabiduría: entre el idealismo puro y el práctico puro, está el político. Sin un pensamiento que perseguir, sin una acción regida por el pensamiento, no hay político posible.

Hoy, en esta época aciaga de elecciones, es saludable recordar el enorme trabajo y sacrificio que realizaron en 1917 los diputados constituyentes en la noble ciudad de Querétaro, para darle forma jurídica al magno documento que rige nuestra convivencia.

Porque pareciera para algunos que se dicen políticos, que la Constitución y el sacrificio de miles de mexicanos nunca ha existido.

Andrés Manuel López Obrador habla de justicia y todos los días se burla de las leyes mexicanas, de las instituciones nacionales y de los gobiernos. Hace escarnio de la pobreza e ignorancia de la gente y disfruta su demagogia estranguladora adulando al pueblo con promesas y regalos baratos.
Utiliza a los “estudiantes” y pseudo políticos del 132 para ofender a un candidato y exacerba a la ciudadanía infringiendo la ley.

La Sra. Josefina Vázquez Mota, no conoce la historia de México, y no es ni técnica ni política. Su discurso es opaco e intrascendente, todo se le va en hablar del pasado y en ofender al PRI y a su candidato.
En su ignorancia superlativa, supone que los mexicanos no conocemos el pasado de nuestro país, y tampoco los aciertos y desaciertos cometidos por quienes han tenido la oportunidad de ejercer el poder público en esas épocas pretéritas. Se imagina en su simplicidad mental que con esos vituperios sobre un pasado que desconoce, nos va a convencer de que votemos por ella.

Entre las mujeres, es cotidiano escuchar la expresión: “Que flojera escuchar a esa mujer, es súper aburrida”

Nosotros pensamos que el Lic. Enrique Peña Nieto, el único que habla del respeto a la ley y a la democracia perfectible, pudiera hacer un mitin extraordinario en la ciudad de Querétaro en donde el tema central y referente sería la Constitución de 1917 que da vigencia a nuestra soberanía y a nuestras libertades.
Querétaro es un Estado maravilloso, que tiene una sociedad ejemplar y un buen gobernante.


“Necesitamos de manera imprescindible volver a la cultura de la legalidad; detener el debilitamiento de la ética pública; tornar a la probidad y a la integridad como formas de comportamiento, para aspirar a reducir la corrupción, como rueda motriz de nuestra convivencia”

Lic. Enrique Peña Nieto







Estrategia Política Nacional”

MEXICO PATRIA NUEVA A.C.

No hay comentarios:

Publicar un comentario